La geoingeniería solar podría ayudar a combatir el cambio climático
Por Kevin Ritchart.
Mientras que a algunos de nosotros nos encanta tomar el sol durante los días de descanso en el verano, hay científicos que exploran maneras de evitar que una parte de esos rayos alcance la atmósfera terrestre. A principios de 2021, las National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine publicaron un informe en el que se instaba al gobierno de los EE. UU. a considerar la geoingeniería solar como método para combatir el cambio climático.
En el informe, se recomendaba al gobierno federal que destinara hasta 200 millones USD durante los próximos cinco años al desarrollo de un programa de investigación nacional dedicado a explorar la viabilidad de esta tecnología como método para ayudar a enfriar el planeta.
¿Qué es la geoingeniería solar?
La geoingeniería solar se basa en la idea de reflejar hacia el espacio una mayor parte de la energía del sol por medio de diversas técnicas; como por ejemplo, la inyección de aerosoles en la atmósfera.
Los científicos han llevado a cabo un modelado informático para predecir de qué manera afectaría al clima terrestre la correcta aplicación de la geoingeniería solar. Sin embargo, si no se investiga más, las posibles conclusiones obtenidas a partir de los estudios de modelado podrían quedarse en meras hipótesis.
¿Cómo funciona?
Las National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine mencionan la existencia de tres estrategias definidas de geoingeniería solar que los científicos consideran como opciones viables: la inyección de aerosoles en la estratósfera, el aumento del brillo de las nubes marinas y el adelgazamiento de los cirros.
La inyección de aerosoles en la estratósfera (SAI) consiste en incrementar el número de partículas diminutas reflectantes que se encuentran en la estratósfera para aumentar el reflejo de la luz solar entrante hacia el espacio. El modelo, para el cual se empleó una erupción volcánica como analogía, sugiere que la SAI podría inducir un enfriamiento global. Sin embargo, no queda claro si los aerosoles empleados en la geoingeniería solar podrían afectar negativamente a los procesos químicos que se desarrollan en la atmósfera, así como al clima.
El aumento del brillo de las nubes marinas (MCB) añade partículas a la baja atmósfera (más cerca de la superficie terrestre) con el objetivo de aumentar la reflectividad de las nubes bajas en zonas específicas de nuestros mares. Un posible inconveniente de este método es que no podemos saber con certeza cómo interactuarán los aerosoles con las nubes. Los investigadores no han podido, por tanto, llevar a cabo un un modelo del método de MCB, ya que los procesos clave que necesitan observarse son de una escala tan reducida que no pueden detectarse en los modelos climáticos globales.
El adelgazamiento de los cirros (CCT) consiste en modificar las propiedades de las nubes de hielo de gran altitud. De este modo, se aumenta la transparencia de la atmósfera a la radiación térmica. Los científicos no poseen muchos conocimientos acerca de las propiedades de los cirros ni de cómo se pueden modificar. Los datos extraídos del modelado climático de CCT revelan resultados desiguales.
"Algunos expertos temen que las protecciones concedidas a las regiones más desfavorecidas podrían dejarse de lado en cuanto se inicie la investigación."
El aire que hay arriba
Un equipo de investigación de la Universidad de Harvard tiene previsto realizar lo que ellos llaman el Experimento de perturbación controlada en la estratósfera (Stratospheric Controlled Perturbation Experiment, SCoPEx), y que representará uno de los primeros estudios significativos en el campo de la geoingeniería.
Este proyecto tiene como propósito enviar un globo a gran altitud a la estratósfera, donde liberará pequeñas cantidades de polvo mineral en el aire. Al observar cómo reaccionan esas pequeñas cantidades de partículas al abandonar el globo, los investigadores esperan poder hacerse una mejor idea de cómo los aerosoles se comportarían en las partes altas de la atmósfera.
Si bien los investigadores del proyecto SCoPEx han comentado en repetidas ocasiones que el proyecto es de escala reducida y que las partículas se liberarán garantizando para ello la máxima seguridad, diversos grupos de defensa del medio ambiente no han visto esta estrategia con buenos ojos.
¿Qué riesgos existen?
En el informe se reconocen los riesgos que implica la geoingeniería, la cual se ha convertido en uno de los temas más polémicos a la hora de elaborar una política sobre el cambio climático.
El principal riesgo que entraña una estrategia de geoingeniería solar a gran escala es que podría trastocar patrones climáticos regionales; por ejemplo, alterar el comportamiento de un monzón o un huracán.
Otro motivo de preocupación es que, con la implementación de la geoingeniería solar, disminuiría la presión pública para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los expertos advierten que, tanto si los resultados de los estudios dan lugar a un plan para avanzar en esa estrategia como si no lo hacen, necesitamos seguir concentrándonos en reducir la huella de carbono en todo el mundo.
Si no se sigue esta vía, los objetivos del Acuerdo de París de 2016 podrían verse en peligro. Según dicho acuerdo, corresponde a cada país participante determinar, planificar e informar periódicamente las medidas adoptadas para mitigar los efectos del calentamiento global.
Por último, si empezáramos a dedicarnos a reflejar la luz solar durante un tiempo, ¿seríamos capaces de detenernos? Existe, además, la preocupación de que, si se detiene este proceso, se podría llegar rápidamente a un nivel inaceptable de calentamiento que pondría en peligro a las personas y al medio ambiente.
El dinero siempre importa
La geoingeniería solar cuenta con el apoyo de ambos partidos en el Congreso de los EE. UU., el cual destinó en 2019 4 millones USD a la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) para seguir investigando esta tecnología. La NOAA y la National Aeronautics and Space Administration (NASA), junto con el Departamento de energía de los EE. UU., colaboraron en la financiación del informe de 2021 sobre geoingeniería solar.
Los partidarios de avanzar en la investigación que se detalla en el informe creen que el uso de fondos públicos aportará transparencia y responsabilidad, ya que se crearán reglas claras sobre cómo y cuándo realizar las pruebas y recopilar información.
Los que se oponen; sin embargo, no creen que las garantías y protecciones que se mencionan en el informe vayan a ser suficientes. Algunos expertos temen que las protecciones concedidas a las regiones más desfavorecidas podrían dejarse de lado en cuanto se inicie la investigación.
Un enfoque medido
En el informe también se hace mención a un esfuerzo considerable de investigación multidisciplinaria, gobernanza de la investigación y un sólido compromiso de las partes interesadas, puntos que lo alejan del típico programa de investigación climática. Durante la investigación, se supervisarán detenidamente los siguientes puntos:
Contexto y objetivos. TSe espera que todos los países asuman un fuerte compromiso con los resultados de la investigación de geoingeniería solar, y que los sopesen en relación con su impacto social y medioambiental, contribuyan al desarrollo de escenarios de modelado y definan estrategias para la toma de decisiones en el caso de que no quede claro por qué vía es preciso avanzar.
Impactos y dimensiones técnicas. Esto incluye conocer mejor los pasos que comprende el proceso de inyección correcta de partículas en la atmósfera, su posible impacto en el clima y la ecología globales y los desafíos técnicos que supone avanzar de manera efectiva en la estrategia de geoingeniería solar.
Dimensiones sociales. Los investigadores quieren ser sensibles a la percepción que el público tenga de su trabajo, a la vez que tratan de incentivar la colaboración y no los conflictos.
Según avance la investigación, se tomarán decisiones en relación con el alcance de la estrategia en su conjunto y se garantizará que el proceso avanza de una manera efectiva y socialmente responsable.
¿Y ahora, qué?
Con el concepto de geoingeniería solar en una fase todavía muy precoz, surgen preguntas como, por ejemplo: ¿cuánta información es necesaria para tomar una decisión informada sobre su implementación a gran escala? O, ¿los posibles beneficios de esta estrategia para el mundo en su conjunto superan a los riesgos?
Kevin Ritchart es redactor de contenidos de Thermo Fisher Scientific.