Microplásticos: investigando los riesgos y comprendiendo la evidencia

Por Kylie Wolfe.

Recientemente, los científicos han encontrado evidencias de microplásticos en el cuerpo humano. Esto ha hecho que se pregunten si se trata de algo perjudicial. Aunque esta cuestión requiere más investigación, la presencia de partículas microscópicas en nuestros alimentos y en el agua es una realidad.

Un paraíso de plástico

En una sociedad que lentamente va desarrollando una mayor conciencia ecológica, la contaminación por plástico sigue afectando las fuentes de agua del mundo. Aproximadamente ocho millones de toneladas métricas llegan a los océanos cada año. Este material se descompone en partículas que tienen un tamaño entre 100 nanómetros y cinco milímetros.

Según un nuevo estudio piloto, estos diminutos trozos han terminado alcanzando la cadena alimentaria. Philipp Schwabl, científico y médico en la Medical University of Vienna, ha colaborado con Bettina Liebmann, química analítica en la Agencia de Medio Ambiente de Austria, para analizar las muestras de heces de ocho personas. En cada muestra han encontrado restos de distintos plásticos de uso común. Se trata del primer estudio que confirma que, en efecto, los seres humanos consumimos microplásticos.

Debido a que el tamaño de las muestras era demasiado reducido, los investigadores esperan ampliar sus estudios para determinar si estos fragmentos extraños producen daños en el tubo digestivo.

Sentando las bases

Aunque los microplásticos son microscópicos, pueden resultar dañinos. No solo contienen sustancias químicas, sino que también contienen contaminantes como la bacteria Escherichia coli.

Para saber más sobre el asunto, algunas organizaciones europeas comienzan a financiar más trabajo de investigación. Un análisis inicial de Science Advice for Policy by European Academies (SAPEA) de 173 páginas determinó que los microplásticos no parecen ser una amenaza en la actualidad.

"Por supuesto, la falta de pruebas del riesgo no significa que debamos suponer que este riesgo es inexistente", dijo Bart Koelmans, de SAPEA. El estudio también indicó que la conclusión de SAPEA podría cambiar si la contaminación sigue creciendo al ritmo actual.

Un examen más a fondo

El toxicólogo Heather A. Leslie, de la Vrije Universiteit de Amsterdam, es experto en microplásticos y siente preocupación por su posible efecto negativo en la salud. Sugiere que los moluscos podrían ser una señal de advertencia de los efectos de dichos contaminantes.

En un estudio publicado en Environmental Science and Technology se descubrió que los moluscos acumulan miles de millones de partículas de plástico en solo unas horas, lo que muestra una fuente clara de microplásticos en un alimento muy extendido.

"Actualmente, no veo ninguna prueba de que deba preocuparnos consumir marisco", dijo Richard C. Thompson, colaborador del estudio y profesor de biología marina en la University of Plymouth.

Hasta la fecha, los científicos han encontrado microplásticos en el aire, el suelo y el agua, lo que sugiere que los envases de los alimentos, además de la basura, los cosméticos y las pinturas, podrían constituir una fuente. También indican que la ingesta de sustancias químicas puede ser más perjudicial que su inhalación.

"Aún estamos en las fases iniciales a la hora de comprender la exposición del ser humano y cuál es el peligro realmente".

Estudios en el futuro

A medida que este asunto adquiere relevancia, Schwabl espera recaudar suficiente dinero para una segunda ronda de su estudio inicial, esta vez con más participantes. Le gustaría determinar si los microplásticos afectan a las células individuales del tubo digestivo y si existe un vínculo con las enfermedades gastrointestinales.

"Aún estamos en las fases iniciales a la hora de comprender la exposición del ser humano y cuál es el peligro realmente", afirmó Leslie.

Para impulsar la causa, el European Chemical Industry Council (Cefic) reservó el equivalente a 680 000 dólares estadounidenses para dos estudios: uno sobre los posibles peligros y otro que busca comprender cómo viajan los microplásticos en nuestros océanos. El consejo recibió casi el triple del número habitual de solicitantes de investigación para estos estudios, lo que muestra lo dispuestos que están los científicos a empezar a examinar un asunto tan poco investigado.

Kylie Wolfe es redactora de contenidos de Thermo Fisher Scientific.

Microplastics washed up on a beach

Reference