Gibco™ MEM, NEAA, sin glutamina

Descripción

El medio esencial mínimo (MEM) es uno de los medios de cultivo celular más utilizados. El MEM se puede usar con diversas células de mamíferos adherentes o en suspensión, como HeLa, BHK-21, 293, HEP-2, HT-1080, MCF-7, fibroblastos y astrocitos de rata primarios. Ofrecemos una variedad de modificaciones de MEM Gibco™ para diversas aplicaciones de cultivos celulares. Busque la formulación adecuada mediante la herramienta de selección de medios.


El MEM Gibco™ fue desarrollado por Harry Eagle, que se basó en su formulación anterior de medio basal Eagle (BME). Posteriormente, se han producido numerosas modificaciones del MEM, como el MEM de Glasgow, el MEM α, el DMEM y la modificación de Temin. El MEM está disponible con sales de Earle para su uso con una incubadora de CO₂ o con sales de Hanks para su uso sin CO₂. Este producto está hecho con sales de Earle.

Uso previsto del producto
Para diagnóstico in vitro. PRECAUCIÓN: no está indicado para uso terapéutico en humanos ni en animales. Los usos que vayan más allá del uso previsto podrían infringir la legislación local.

Sistema de fabricación conforme con las buenas prácticas de fabricación actuales en dos instalaciones
El MEM Gibco™ se fabrica en unas instalaciones conformes con las buenas prácticas de fabricación actuales situadas en Grand Island, Nueva York (EE. UU.). Las instalaciones están registradas en la Agencia estadounidense de alimentos y medicamentos (FDA) como fabricante de dispositivos médicos y están certificadas según la norma ISO 13485. Para la continuidad de la cadena de suministro, ofrecemos un producto MEM Gibco™ idéntico fabricado en nuestras instalaciones de Escocia. Esta instalación está registrada en la FDA como fabricante de dispositivos médicos y está certificada según la norma ISO 13485.

MEM no contiene proteínas, lípidos ni factores de crecimiento. Por lo tanto, MEM requiere suplementación, normalmente con suero bovino fetal (SBF) al 10 %. El MEM utiliza un sistema de tampones de bicarbonato de sodio (2,2 g/l) y, por tanto, requiere un ambiente con un 5–10 % de CO₂ para mantener el pH fisiológico.